sábado, 14 de diciembre de 2013

Al grito de... ¡¡Cochinos!!

     La evolución y conformación de la sociedad vinculada al municipio de Ingenio, encuentra su identificación directa y su propia tradición en la agricultura y la ganadería como medio de subsistencia. Labranzas con vacas, cabras, animales de carga o aves de corral proliferaban por toda la geografía en el ámbito rural. Es por ello que, no pueden faltar sin duda alguna, las unidades agrícolas, los cochinos estabulados en sus correspondientes chiqueros y su alimentación basada en lo que se conoce como "fregaduras", una especie de mezcla de sobras de la comida casera con desechos de hierbas, piñas, frutas como higos o tunos e incluso raciones de millo para su engorde. La gran parte de las familias, aún no siendo labradores, tenían su propio chiquero o "cochina" como solían llamar al animal principal de esos recintos, para criar y así de paso aprovechar los beneficios de la venta de esos animales para mantener un poco mejor la economía familiar de esos momentos.

     Las crías o "lechones", cuando ya contaban con cuarenta días aproximadamente, eran vendidos a lo que se conocía como "cochineros", los que desempeñaban este curioso oficio. Los machos eran algo más caros aunque se les castraba previamente. Una vez hecho el trato, siempre de palabra, pero siempre respetado por ambas partes, los cochineros se lanzaban a las diversas y múltiples rutas que conocían en la propia isla. Normalmente, estos hombres tenían cada uno un itinerario ya más o menos definido y respetaban el itinerario del resto. 

     Se desplazaban generalmente en burro, cargados en serones y llevando consigo la "preciada" mercancía. Su grito característico respondía a una sencilla palabra: "¡Cochinos!" que retumbaba por muchos rincones de la isla. Era un sello inconfundible y se les conocía como "los cochineros del Ingenio", un sello de identidad que, con el paso del tiempo, al igual que la propia profesión, han ido desapareciendo. No obstante, muchos de los habitantes de dicho municipio, aún recuerdan a algún antiguo familiar, bisabuelo o abuelo que se dedicaba a ello. A día de hoy, también se conserva una forma peculiar de conocer a los habitantes de Ingenio, que aunque parezca peyorativa, casi se ha convertido en algún bastante cotidiano, muchos se refieren a ellos como directamente "los cochineros".

     En cuanto a las cochinas que no pudiesen criar más, o a los cochinos de engorde, éstos eran vendidos a marchantes que detallaban su carne en la lonja municipal o eran sacrificados por sus dueños que luego vendían la carne a conocidos o familiares para aprovechar de esa forma todo lo que pudieran, productos como el tocino que se salaba en barricas, las morcillas o los chorizos e incluso las gualdrapas que eran tratadas con gofio para elaborar los deliciosos chicharrones.

     He decidido dedicar esta entrada a esta antigua profesión, bastante conocida en Ingenio pero que, a día de hoy, se va olvidando cada vez un poquito más, porque yo misma tengo en mi familia antepasados que se dedicaban a este oficio. Mi bisabuelo por parte materna estuvo casi toda su vida dedicándose a la venta de lechones y recorrió muchísimas partes de la isla únicamente acompañado por su burro, por lo que a veces se me hace raro que mucha gente conozca a la población de Ingenio como "cochineros" pero luego no sepa realmente de dónde viene dicha denominación.

     Creo que como tantos otros oficios ya extintos o casi desaparecidos de nuestra tradición, merece ser recordado y tenido en consideración como parte de nuestro patrimonio inmaterial que aún sigue presente en la memoria de muchos pero que, a este paso, podría perderse por completo.

Escultura de un cochinero.

Añado algunas citas que me parecieron bastante interesantes respecto a este tema:

“Que acercándose como se acerca el día de nuestra patrona y Señora la Virgen de la Candelaria, se le haga saber a todos los vecinos que deben sujetar todos los cochinos que sueltos los tengan y de lo contrario pagar las multas por ley”(Bando del Alcalde, 1836).

“El Ingenio es un pueblo extraordinariamente trabajador, hacen escobas, esteras serones, espuertas; crían cochinillos con tal esmero que su arte les permite ir por toda la isla, por los más apartados rincones a venderlos sacando de ellos gran provecho y ganancia” (Luis Morote, 1909).

“…Famosos “chanchos” de Ingenio que sin pasarse de grasas dan unas carnes magras que son el contento de los que entienden de esto…” (Prensa, 1957).



Código QR.

Código QR junto a la placa.


Gif de la escultura.

sábado, 16 de noviembre de 2013

La basura... ¿fuente histórica/arqueológica?

     ¿Alguna vez os habéis preguntado qué se conocerá y estudiará de nosotros en las generaciones futuras? puede que tengamos una idea un tanto utópica del futuro, al igual que tampoco tenemos una totalmente certera el pasado, lo poco que sabemos ha requerido mucha investigación y cuanto más tiempo queramos retroceder en nuestro conocimiento, más abismal se hace el margen de error. 

     La percepción que tenemos de lo que nos rodea se ve influenciada por el momento que vivimos, por la coyuntura, la mentalidad, los ideales, etc. No importa cómo creamos que nos verán dentro de cien, doscientos o quinientos años, muchas veces damos por hecho que no somos tan complejos, que nuestra sociedad ha llegado a una superación no salvable y, como bien deberíamos tener en cuenta, el futuro mirará al pasado de la misma manera que nosotros miramos hacia atrás, gracias a hallazgos arqueológicos, a fuentes que cuando no eran escritas, son difícilmente interpretables con un cien por cien de acierto y, aún teniendo las escritas, también se requiere de un rigor que es difícilmente alcanzable o contrastable.

     Es por esta y muchas otras cuestiones, que el Museo Canario ha pensado en acercarnos un poco a esta percepción, han titulado una exposición con el curioso enunciado de "Patrimonio Bajo Nuestros Pies". Se trata de un estudio de la sociedad canaria del siglo XX basado en los restos que podemos encontrar en aquello que menos pensamos, la basura.

     Si lo pensamos detenidamente, tiene sentido, la basura supone una gran cantidad de vestigios materiales que son reflejo de multitud de aspectos de nuestra vida diaria, abarca desde la alimentación, hasta el ocio, pasando también por elementos como la decoración. En esta nueva entrada, trataré de analizar con algunos objetos procedentes de la basura, un aspecto concreto de la sociedad canaria en el s. XX, ayudándome para ello de algunas fotos que nos permitan entender un poco mejor el proceso.

 Foto 1: Latas de Conserva.

 Fotos 2 y 3: Sartenes.


 Foto 4: Botella de leche Sandra.

 Foto 5: Botella de refresco Royal Crown.

 Foto 6: Cuenco de cerámica y botella de licor.

 Foto 7: Tenedor y tijeras.

Foto 8: Plato y cubiertos. 

 Foto 9: Botella de insecticida.

Foto 10: Botella de Ginebra. 

     Todos y cada uno de los objetos que he fotografiado, pertenecen a algún aspecto de la vida cotidiana, aunque he querido que prevalezca la temática de la alimentación frente a otras cosas. El primer dato a destacar, es la cantidad de objetos cuyo material de elaboración era metálico, ya fuese latón, hierro, plomo, etc... Es algo que queda de manifiesto en objetos como las sartenes, los cubiertos, las latas de conserva... Era un material ampliamente utilizado, vinculado además a la industria relacionada con la actividad comercial y portuaria de la capital grancanaria. El uso del metal además, es algo muy frecuente, más teniendo en cuenta su resistencia al calor y que por lo general, a mediados del s. XX, se seguía cocinando en lumbre o directamente con fuego, por lo que este material permitía cocinar sin tanto riesgo.

     Otro aspecto a destacar, es el uso de la cerámica cuya presencia no es tan rara aunque sí menor a la del metal, como podemos ver por ejemplo en la última foto, una botella de Ginebra procedente de Amsterdam, lo cual también nos lleva a pensar en el peso que fluido comercio con países extranjeros tenía para la economía insular. También se utilizaba para el menaje, como platos o cuencos como el de la foto número 6, pero su fragilidad hace que las piezas no lleguen a conservarse tan fácilmente de una pieza, por lo general encontraremos fragmentos.

     No obstante, el material predilecto para la fabricación de botellas es el cristal, tal y como queda de manifiesto en la gran cantidad de botellas que podemos ver en las imágenes. Su uso se extiende desde lo más simple, como el embotellamiento de agua, pasando por la leche y terminando en bebidas alcóholicas. También me ha parecido curioso resaltar la botella de insecticida de la foto número 9

     En general, este ejercicio me parece cuanto menos interesante, aunque a decir verdad, el reflejo de la sociedad va evolucionando con ésta, por lo que puede que ahora podamos hacer un análisis de la basura para acercarnos un poco al modo de vida que tenían nuestros abuelos o bisabuelos no hace tanto tiempo, pero creo que actualmente, generamos otro tipo de información que seguramente será ampliamente utilizada en los futuros estudios sobre el momento que vivimos.

     Estamos en la era de la tecnología, hay exceso de información (no siempre fiable o verídica), pero en cualquier caso, las futuras generaciones contarán con muchos más datos para contrastar, ya sea a nivel material, como por medio de la información digitalizada: vídeos, audio, internet... La sociedad altera su entorno y éste a su vez condiciona a la sociedad, es un ciclo que siempre debemos tener en cuenta a la hora de lanzarnos a un estudio de este tipo.


Propuesta BIC: Jardín Romántico, Finca de Osorio.

     La Finca de Osorio es quizás el recinto natural por excelencia del municipio de Teror. Forma parte del mítico Parque Rural de Doramas, del que se tienen noticias desde antes de la conquista, ya que constituyó uno de los bosques más importantes de la isla, quedando dentro de esta propiedad, uno de los pocos lugares que aún conserva a día de hoy, parte de laurisilva en la isla.

      Situada a unos dos kilómetros del Centro Histórico de Teror, la Finca de Osorio ocupa una superficie de 207 hectáreas, en las que discurren caminos, montañas, barranco, tierras de cultivo y bosque.

     Tradicionalmente estas tierras pertenecían al mayorazgo de los Manrique de Lara que se dedicaron a cultivos ordinarios (millo, trigo, papas y frutales), además de la posesión de una variada riqueza forestal. En su recinto se han conservado restos de bosques de laurisilva y una amplia extensión que está cubierta por castañeros.

     Entre las diferentes unidades de la finca, y especialmente en la parte de mayordomía, discurren senderos que fueron plantados con árboles procedentes de Europa y de América del Sur, tales como el ombú, la araucaria, el alcornoque y la encina.

     En el centro de la Finca se ubica la casa principal, que ocupa alrededor de 1.000 m2. La estructura de esta edificación se compone de: una construcción antigua, situada en la parte trasera con una balconada de madera (característica de la casa rural canaria), y otra más reciente de un marcado estilo colonial inglés edificada en la primera mitad del siglo XIX. Al oeste de la Casa se sitúa un bello jardín de corte romántico, que se fusiona con el entorno natural.

Entrada a la Casa.

     La Finca cuenta además con algunas casas habitadas por los agricultores que cultivan las tierras agrícolas de la finca; un alpendre, donde se puede contemplar algunos ejemplares del cochino negro canario; fuentes y rincones encantadores para el descanso. Los senderistas y amantes de la naturaleza pueden encontrar en la Finca de Osorio interesantes itinerarios por los alrededores y en dirección al Pico de Osorio, además de diversas actividades culturales a lo largo del año.

     Desde 1981 la Finca de Osorio pertenece al Cabildo Insular de Gran Canaria y desde 1986 dispone de un Aula de la Naturaleza, cuyo objetivo principal se dirige a la educación medioambiental. Cuenta además con un albergue para grupos organizados.

Detalle del balcón y lateral de la Casa.

     A día de hoy, la casa principal está declarada BIC, con un nivel de protección 6, en la categoría de bien etnológico. No obstante, el caso que nos ocupa, es la importancia del mencionado Jardín de trazado geométrico que se sitúa junto a la casa principal y data del s. XIX. Posee singulares elementos arquitectónicos de carácter decorativo como una fuente central con bambú, unas escaleras, la balaustrada, etc. Además, podemos observar una cierta variedad de plantas ornamentales que, introducidas deliberadamente por su forma, color y olor, armonizan perfectamente para dar un aspecto hermoso, además de la disposición de paterres en los que podemos encontrar magnolias, camelias, bojs, helechos... 

Detalle de las escaleras, la balaustrada y de fondo la gruta.

     El jardín fue construido para deleite de la esposa del dueño de la finca, perteneciente a la familia de los Manrique de Lara, que al parecer gustaba de pasear por esos bellos rincones, su conservación es muy buena y recuerda a los jardines ingleses de la época (s. XIX) con multitud de flores que le otorgan colorido y fuentes para disfrutar del sonido del agua en un entorno envidiable. 

Detalle de las flores, paterres y colorido.

     Aunque la casa principal está declarada BIC, dicho jardín no entra dentro de esta catalogación, por lo que debido a su interés etnológico podría entrar dentro de dicha categoría para obtener la máxima protección como parte de nuestro patrimonio. No obstante, aunque en menor medida, sería posible también incoarlo como conjunto considerado "Jardín Histórico", aunque su interés más que botánico va ligado en mayor medida a los valores propios de una cultura concreta y un estilismo que evidencian la importancia de la presencia inglesa en la isla ligada a una fuerte burguesía pudiente que se codea con la alta sociedad.

  Fuente central con bambú.

     En cuanto a su delimitación, no sería en exceso extensa, abarcaría al propio jardín que se sitúa al oeste de la casa principal, la cual forma parte del patrimonio etnográfico insular y que, de ser declarado BIC el propio jardín, supondría un conjunto más amplio bajo la misma categoría de bien etnológico con un amplio interés a nivel cultural.


domingo, 20 de octubre de 2013

Museo Casa de Colón.

     Después de algunas entradas centradas en la reflexión o la opinión, esta semana os voy a dejar la recomendación de un museo de la isla que seguramente, no pocos conocerán, pero que por raro que parezca, todavía habrá gente que no haya visitado o a la que no le haya picado la curiosidad de asistir a muchas de las múltiples actividades que en él se desarrollan, además de la importante biblioteca y los fondos documentales de los que dispone dicho lugar. Estoy hablando nada más y nada menos que del Museo Casa de Colón en el barrio de Vegueta, muy cerquita de la conocida catedral de Santa Ana.


     Muchos creerán que dicho museo, tan solo es importante por la estancia de Cristóbal Colón en dicha casa en el año 1492 tras una avería en un timón que le obligó en cierto modo a pasar unos días en la capital grancanaria, pero el Museo Casa Colón es mucho más que eso.

     Desde su fundación hasta la actualidad, La Casa de Colón ha sido sede de gran cantidad de exposiciones y coloquios, se ha ido haciendo con una amplia colección artística que ha sido expuesta y conservada en sus fondos, además de llevar a cabo restauraciones de bienes muebles. Gracias a su archivo y biblioteca, tenemos una importantísima fuente de información, sobre todo referente a Canarias, América y la relación entre ambas.

     Ya desde la propia conquista, las islas cuentan con la presencia de obras de arte, aunque en un primer momento fuesen de origen externo. Dicha llegada de obras, por lo general, estaba relacionada con el contacto que Canarias tenía tanto con la península, como con Europa y por supuesto América, debido a la relación con ésta última, tenemos también importantes piezas de origen indiano.

     Por tanto, no es de extrañar que, entre las colecciones del Museo Casa de Colón, existan obras que abarcan desde el s. XVI hasta el s. XX.

     No obstante, el inmueble en el que se encuentra el museo, no siempre ha sido como lo conocemos hoy día. Ha habido una sobreposición de elementos arquitectónicos que han ido variando su aspecto conforme ha pasado el tiempo, pero en todo momento se ha conservado el trazado de forma que es fiel a sus orígenes. La Casa de Colón no deja de ser uno de los edificios más importantes y emblemáticos de la zona de Vegueta, fue hogar del gobernador en los años siguientes a la conquista. No es de extrañar entonces, que siglos después, se convirtiese en un edificio de interés para el Cabildo que tuvo entre sus aspiraciones, el convertir el lugar en un centro de cultura y un legado histórico para Las Palmas, por lo que en los años 40 se adquiere la propiedad del inmueble y en 1951, tras una remodelación, se inaugura el proyecto y se elabora un folleto que da a entender las funciones de las que se debe dotar el edificio. En 1952 se lleva a cabo una segunda inauguracion, pero esta vez, del museo y el archivo históricos, que se abren al público.

Patio interior de la Casa de Colón.

     Poco a poco, en los siguientes años, se van añadiendo nuevos espacios al original y se adquiere por tanto la propiedad de otras casas colindantes a la original, por lo que poco a poco se ha ido conformando lo que hoy conocemos como el Museo Casa de Colón, uno de los más importantes de la ciudad y en el que, aparte de la propia visita y exposición de obras de arte, cuenta con un amplio elenco de actividades culturales, coloquios, ponencias, actividades... Se ha convertido en un lugar altamente recomendable a nivel cultural y educativo, además del propio atractivo turístico.

     Bajo la primera imagen de esta entrada, os he dejado el enlace para visitar la web del museo, en ella podréis encontrar toda la información que necesitéis acerca de las novedades y las actividades que se vayan llevado a cabo en dicho lugar. 

     Así que, no dudéis, es una visita casi obligada para cualquier canario que se precie y más aún si resides en la capital. 

domingo, 13 de octubre de 2013

"Jardines Históricos" (Carta de Florencia 1981)


"Reunido en Florencia el 21 de Mayo de 1981, el Comité Internacional de Jardines Históricos

ICOMOS-IFLA ha decidido elaborar una carta relativa a la salvaguardia de los jardines

históricos que llevará el nombre de esta ciudad. Esta Carta ha sido redactada por el Comité

y adoptada el 15 de Diciembre de 1982 por el ICOMOS con vistas a completar la Carta de

Venecia en esta materia específica."


     Con este preámbulo comienza la conocida como "Carta de Florencia", de 1981, destinada a la protección y conservación de la figura de los "Jardines Históricos" como parte de nuestro patrimonio, redactada por el Comité Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS). 

     Dicha carta de recomendación, consta de 25 artículos, clasificados en diferentes apartados según su carácter o finalidad. El primer apartado, conocido como "Definición y Objetivos", abarca desde el artículo 1 al 9 y trata en primer lugar de dar una definición mínimamente precisa de la figura de los Jardines Históricos y cuál es el objetivo de esta carta de recomendación. Son artículos cortos, pero concisos, que permiten un mejor entendimiento del concepto de esta parte de nuestro patrimonio. 

Artículo 4: "Determinan la composición arquitectónica de un jardín histórico:

• Su trazado y los diferentes perfiles del terreno.

• Sus masas vegetales: especies, volúmenes, juego de colores, distancias, alturas respectivas.

• Sus elementos constructivos o decorativos.

• Las aguas en movimiento o en reposo, reflejo del cielo.


Artículo 9: "La protección de los jardines históricos exige que estén identificados e inventariados. Precisa intervenciones diferentes, a saber: de mantenimiento, de conservación y de restauración. En ciertos casos, es recomendable la recuperación. La autenticidad de un jardín histórico es tanto una cuestión de diseño y proporción de sus partes como de su composición ornamental, o de la elección de los vegetales y materiales inorgánicos que lo constituyen".


     El artículo 10, se encuentra catalogado como el único artículo que define el segundo de los apartados: "Mantenimiento, conservación, restauración, recuperación". No obstante, los siguientes dos apartados, podrían considerarse como una profundización o subcatalogación sujeta a éste.

"Toda operación de mantenimiento, conservación, restauración o recuperación de un jardín histórico, o de una de sus partes, debe tener en cuenta simultáneamente todos sus elementos. Separar los tratamientos podría alterar la unidad del conjunto."


     El tercer apartado, como ya hemos mencionado, abarca la mitad del anterior, viene titulado como "Mantenimiento y Conservación" y en él encontramos los artículos del 11 al 14, los cuales se encargan de dar una pautas y consejos para, tal y como indica el enunciado, mantener y conservar esos parajes. Se ha de tener en cuenta el contexto en el que se halla el Jardín Histórico, las especies que alberga y el uso adecuado de los elementos para su conservación, el inventariado de dichas especies, permite no alterar el medio si es necesaria la reposición de alguno de sus elementos, ya sean vegetales o estructurales. 

     Un buen ejemplo lo encontramos en el artículo 12: "La elección de las especies de árboles, arbustos, plantas y flores que deben replantarse periódicamente ha de hacerse teniendo en cuenta los usos establecidos y aceptados en cada zona botánica y hortícola, con el objetivo de identificar las especies originales y preservarlas".


"Restauración y Recuperación", constituye el siguiente apartado, que acaba de definir y completar el anterior. Abarca del artículo 15 al 17 y su preocupación es la de mantener unos criterios a la hora de abordar una restauración o una recuperación de aquellos materiales o especies que estén en peligro o hayan sufrido algún daño. Vuelve a incidir en la importancia de un estudio previo y de su contexto para poder llevar a cabo dichas tareas de la forma más rigurosa posible. 

Artículo 16: "La obra de restauración debe respetar los sucesivos estadios de la evolución experimentada por el jardín en cuestión. En principio, no debe concederse mayor relevancia o prioridad a un período en detrimento de los demás, a no ser en casos excepcionales en los que el estado de degradación o destrucción que afecte a ciertas partes del jardín sea de tal envergadura que aconseje su recuperación, la cual debe basarse en los vestigios que subsistan o en una evidencia documental irrefutable. Tal reposición puede resultar más justificada en las partes del jardín más próximas al edificio principal para poner de relieve su significado en el conjunto del diseño".


     Los dos últimos apartados en los que se engloban los artículos de esta Carta son el de "Utilización" y el de "Protección Legal y Administrativa". El primero abarca los artículos del 18 al 22, los cuales reflejan las preocupaciones más comunes a la hora de hacer un buen uso de los Jardines Históricos, su posible acceso y los supuestos en los que se restringe o no su uso para tal fin, incluso contempla la posibilidad de que contengan zonas de juegos y disfrute siempre y cuando se mantenga intacto el bien patrimonial en sí. Los artículos 23, 24 y 25, pertenecen al último apartado mencionado que, como tal, da una serie de referencias y recomendaciones para que la conservación, investigación, restauración, disfrute, etc... quede en manos de las legislaciones y administraciones oportunas, que han de velar por el Patrimonio.

     Como tal, la carta en sí, no tiene carácter legal salvo el de, como ya hemos repetido más de una vez en esta descripción, dar una serie de recomendaciones que permitan un mayor acercamiento y entendimiento de una de las figuras pertenecientes al amplio elenco de bienes patrimoniales que merecen el interés de todos. Se trata de una referencia que los gobiernos pueden tomar en consideración a la hora de redactar textos legales cuya temática esté vinculada en modo alguno al Patrimonio. 

     Como esta, hay muchas otras cartas de recomendación de carácter internacional, que tratan de dar cabida y reflejo al Patrimonio en las legislaciones de países donde, hasta cierto momento, quizá no había una preocupación real por la conservación de dichos bienes.

Parque del Castillo de Chantilly y sus jardines. (Jardín Histórico)

domingo, 6 de octubre de 2013

Los peligros a los que se enfrenta el patrimonio.

Una de las cuestiones, como ya ha quedado claro en una de las entradas anteriores, que a mí más me preocupa con respecto al patrimonio, es precisamente su conservación y seguridad, quizá por ello, hace unos días me topé en la red con una noticia que me hizo reflexionar acerca del tema en cuestión y no dudé en que debía compartir mis impresiones en el blog. ¿Está nuestro patrimonio realmente seguro?

La respuesta seguramente no sea fácil de obtener. Hay diferentes matizaciones a tener en cuenta, como por ejemplo el estado actual en que se encuentra ese patrimonio, si está siendo objeto de estudio, si se encuentra realmente protegido o si, por el contrario, no se le ha tratado con el fin de mantenerlo en un estado óptimo lejos de manos interesadas o poco cuidadosas. Bajo mi punto de vista, lo primordial para que todos pudiéramos disfrutar de ese patrimonio, sería protegerlo y preservarlo, ya sea para contemplarlo, disfrutarlo o estudiarlo.

La noticia concretamente, hace alusión a la sustracción ilícita de un arco románico perteneciente al monasterio en ruinas de Santa María de Nogales, en Leon, para su uso decorativo en la entrada de un restaurante. Puede sonar realmente surrealista, yo misma tuve que leer varias veces el artículo para salir de mi inicial asombro, el cual no disminuyó al saber gracias al artículo también, que no era un caso único, que hacía poco, también se había localizado en Sevilla, una cabeza de mármol del s. IV de origen romano que había sido robada.

                  El arco antes de ser sustraído.                         Colocado en la entrada del restaurante.

Todo esto nos lleva a reflexionar, a pensar que quizá dichos robos y "atentados" contra el patrimonio, no sean tan raros, que se dan con mayor frecuencia de la que podamos pensar y que, consecuentemente, ha de haber una respuesta contundente a todo ello.

Podéis ver la noticia pinchando aquí.

Además, he añadido un enlace más a la lista de "Enlaces de interés", la web de la AIP (Asociación para la Interpretación del Patrimonio), la cual nos fue recomendada en una ponencia que tuvimos en clase acerca de la accesibilidad al patrimonio y el amplio abanico que supone estudiar cuáles son las mejores fórmulas para que el Patrimonio Cultural esté al alcance de todos tanto física como intelectualmente y en el mejor estado posible.

sábado, 21 de septiembre de 2013

La seguridad del Patrimonio.

     Aquí vuelvo, una semana más, para tratar un nuevo tema con respecto al Patrimonio. Esta vez, puede que se trate de algo un tanto delicado pero imprescindible a la hora de acercarnos a una realidad que, nos guste o no, nos concierne a todos en mayor o menor medida.

     Después de haber definido a grandes rasgos, qué es el patrimonio, seguramente se nos hayan planteado nuevas incógnitas, pero una de las que más me preocupa a mí personalmente es la protección de dicho patrimonio, más aún en un mundo tan convulso y cambiante como en el que vivimos. ¿De verdad está siendo protegido un patrimonio que, de una forma u otra, nos pertenece a todos?

     El ejemplo más reciente, quizá sea el que más vemos en los medios de comunicación estos últimos meses, el conflicto armado en Siria no es algo que se pase por alto en ningún sentido, pero el propio patrimonio también lo está sufriendo. No son raras las noticias acerca del daño que dicho conflicto está causando sobre esos bienes, un claro ejemplo lo encontramos en noticias que han ido publicando los diferentes medios como el ABC, El UniversalNational Geographic... Lo que a su vez nos lleva a una conclusión: el patrimonio, es un tema que interesa, aunque quizá no tanto como debería. 

Ciudadela medieval, Aleppo, Siria.


     Por lo general, este tipo de noticias, suelen estar impulsadas por otros intereses, debemos tener cierto cuidado a la hora de leer o informarnos ya que, en más de una ocasión, se trata de promocionar a ciertos países como defensores de dicho patrimonio y ensalzar así unos valores que, luego en la práctica, no tienen unos intereses comunes a todos. Por ejemplo, en la noticia de National Geographic, el enunciado que contiene el vínculo para la galería de fotos, no es del todo apropiado a mi ver, sino que se vale de cierto sensacionalismo.

     Las guerras o los conflictos armados por tanto, son un elemento que arrasa con este patrimonio y en más de una ocasión, ni siquiera nos damos cuenta si ese conflicto no aparece reflejado en los medios. ¿Cuántos países no tienen problemas internos que a su vez afectan a esos bienes? muchísimos, sólo en África se podría hacer una buena catalogación de casos. 


     
     ¿De verdad podemos hacer algo por ese patrimonio?. Es desalentador pensar que no, desde mi punto de vista considero que es muy difícil poder evitar este tipo de casos, ¿cómo podemos evitar que ese país y su propio régimen político o su estado de conflictividad no afecten al patrimonio? la verdad es que todavía, quedan muchos cabos sueltos respecto a este asunto y que quizá, jamás se lleguen a atar porque poner de acuerdo a todos los implicados resulta una tarea, cuanto menos, imposible.

     Hoy además, vengo con una recomendación, una película que a mí, personalmente, me ha gustado mucho y creo que es de esas cosas que todos, deberíamos ver al menos una vez para apreciar un poco más el legado que, gracias a la labor de personas verdaderamente implicadas en la protección de estos bienes, podemos disfrutar y legar a futuras generaciones. A continuación dejo el enlace de este film, espero que os guste tanto como a mí, "Las cajas españolas".

     Con esto, concluyo la segunda entrada del blog, he añadido algunos enlaces de interés y tratado de ilustrar un poco mejor la entrada para que poco a poco esto vaya creciendo. 

Una vez más, gracias por vuestro tiempo. Un saludo.